En 2024 se cumplieron 100 años del nacimiento de Pedro Pont Vergés. Sus legatarios tenemos la certeza de que a partir de este centenario resulta necesario consolidar su nombre como figura clave de su tiempo y de arrojar mayor luz sobre aspectos ignorados u olvidados de su larga trayectoria, así como también sobre toda una generación de artistas nacionales signada por los avatares de su tiempo.
La convicción de que la figura de Pedro Pont Vergés es de relevancia para ampliar los horizontes de la historia del arte argentino se basa en que su figura trasciende los criterios y las fronteras usuales de su época. Su vida, rica en experiencias, vínculos y compromiso social permite conectar a través de diversos ejes con las estructuras sociales, políticas y de pensamiento en las que se desarrolla el arte en Argentina en la segunda mitad del Siglo XX.
El pueblo olvidado, 1977
Acrílico sobre tela, 150 x 170 cm
© MNBA
Del otro lado de la memoria, 1969
Óleo sobre tela, 60 x 80 cm
© Legatarios de Pedro Pont Vergés
De alcance local, nacional e internacional, el accionar artístico de Pedro Pont Vergés excede claramente las fronteras de su obra pictórica, anticipándose a un modelo de artista con un campo de acción de límites fluidos, más propio de una perspectiva actual que ya no opera con criterios fijos de territorialidad.
A lo largo de su carrera, Pedro Pont Vergés se ocupó de no quedar preso dentro de estilos definidos. Una revisión de esta libertad estilística consciente es fundamental para resignificar su vasta obra.
Incendio en el Atelier Bonevardi (NY 1989), 1990 a 2000
Acrílico sobre tela, 130 x 100 cm
© Legatarios de Pedro Pont Vergés
Pedro Pont Vergés no fue solo un gran artista sino un gran amigo. Su entorno cercano, tanto en Argentina como en España, estuvo conformado por artistas, escritores y críticos con quienes cultivó un diálogo e intercambio constantes. Su figura constituye una puerta de entrada a toda una generación.
BONEVARDI, DE JUAN Y PONT VERGÉS – (La galería) “Antigona” ha programado para este año una serie de exposiciones que pondrán en contacto al público porteño con los valores plásticos del interior, a veces mucho más remotos para nosotros que algún pintor europeo de tercer orden. Pont Vergés fue el expositor que más sorprendió e intrigó al espectador. Su visión es la indicada para expresar una verdad argentina.
SURREALISTAS, O CASI – Pont Vergés se aventura por su propio inconsciente individual. Logra transcribir imágenes simbólicas muy personales a las que el tratamiento objetivo confiere la ilusión de familiaridad. Coloca al espectador dentro de una simbología a menudo hermética y subjetiva de la que no revela las claves aunque señala el camino para penetrarla.
EL COMPROMISO DEL CREADOR – (Esta muestra) confirma algo ya establecido: la excepcional calidad de este artista, de estilo tan propio y definido y de cuyas telas se desprende un obsesionante clima que trasciende la realidad, pero que no se olvida de ella. Encasillar su pintura no es fácil, ni creo que tampoco sea justo: heredero de algunos de los grandes aspectos de la tradición clásica, Pont Vergés nos habla en lenguaje totalmente contemporáneo y todavía más: en un lenguaje que está, ya, más allá de las posibles lastimaduras del tiempo.
PONT VERGÉS REAPARECE CON UNA MUESTRA DE JERARQUÍA – Cuando un artista argentino, aunque pertenezca a la categoría que había alcanzado Pont Vergés, se aleja por varios años, no hay duda que Buenos Aires, con la crueldad que la caracteriza, deja o aparenta dejar que se lo ‘trague la tierra‘. Pont Vergés demuestra que su raíz y la calidad de sus trabajos no han menguado en lo más mínimo y que debe seguir siendo considerado uno de los más interesantes pintores de nuestro mundo artístico.
EL OFICIO DEL PINTOR – Una constante en la actividad creativa de Pont Vergés es instrumentar su oficio para indagar y testimoniar lo que acontece a su alrededor. Hoy su imagen trasunta la madurez de quien conoce su oficio, hecho que le permite ajustarse a una poética en la que la ironía y la ambigüedad son excusas para plantearse en profundidad el tema de la realidad sustancial y la aparente.
TRES PINTORES EN LAS SIERRAS – Alonso nació en Mendoza, Ocampo en Buenos Aires y Pont Vergés en Corrientes. Los tres viven en Córdoba. Esto señala la capacidad de la provincia para actuar como bisagra del país y conjugar las tendencias más íntimas que tarde o temprano tendrán que empezar a dialogar con la escena cosmopolita de Buenos Aires, para que se constituya una identidad artística rica y sin mutilaciones.
En el marco de la muestra homenaje “Pont Vergés: Testimonios”, exhibida en 2021/2022 en el Museo Caraffa de Córdoba, se llevó a cabo un minucioso trabajo de selección de obras y relevamiento fotográfico, organización de archivo y digitalización de catálogos, notas de prensa, diapositivas y bibliografía. Es por ello que contamos con material muy diverso y atractivo para poner a disposición de museos, galerías, instituciones, casas de estudios, historiadores del arte, investigadores y coleccionistas interesados en contribuir a la tarea de preservar el legado de Pedro Pont Vergés.
EN HOMENAJE A PEDRO PONT VERGÉS – Jorge Torres, el director del Museo Emilio Caraffa, sostiene: “Pedro Pont Vergés pertenece a una estirpe de artistas como Marcelo Bonevardi, Diego Cuquejo, Raúl Pecker y Antonio Seguí que trajeron la modernidad al ambiente de las artes visuales en Córdoba. Su obra fue siempre sensible, indaga e incursiona en diferentes corrientes como el surrealismo, el informalismo, ciertos enfoques del realismo o del realismo mágico, pero siempre con su sello que es lo sensible, lo espiritual de su trabajo.”
VOLAR SOBRE LA REALIDAD Y ATERRIZAR EN LO DESCONOCIDO – Muchas pinturas de Pedro Pont Vergés son como vuelos rasantes sobre el mundo de todos los días que aterrizan en lo desconocido. El artista poseía una musculatura pictórica que le permitía moverse con libertad en una especie de tierra media entre lo extraordinario y lo más crudamente real.
UN CORDOBÉS UNIVERSAL QUE IMPULSÓ UN LENGUAJE INNOVADOR – A su regreso de España en 1984 actuó como director de Artes Visuales y director de Cultura de la Provincia de Córdoba, constituyéndose en un gran protagonista de la función política e institucional.
No era fácil encasillarlo en una tendencia artística, así lo confesó en una oportunidad: “yo cambio mucho de técnica de una exposición a otra, en esto reside el mecanismo de mi libertad creadora”.
Pedro Pont Vergés, 1972
Retrato de un policía, 1972
Óleo sobre tela
© Legatarios de Pedro Pont Vergés